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Image: Peter Hammer
- No tenemos uno sino muchos egos, que tratan de apoderarse de nuestra voluntad. El ego cobarde, el moral, el vanidoso, el enojón, etc.
- Cambiamos a menudo de personalidad. Vamos de un lado a otro según el ego que nos domine. Nuestras acciones son contradictorias.
- Con una fuerte voluntad aglutinamos todos los egos en uno solo, el Yo unitario con una sola meta: desarrollar nuestra conciencia.
- Obtenida la conciencia, comienza la transformación: tú misma te juzgas y tú misma te condenas a sacrificar lo superfluo.
- Eliminas las ideas locas, los sentimientos injertados, los deseos fantasmagóricos, la ansiedad por poseer sin perder
- Le das un sitio no invasor al niño interior, te liberas del yugo familiar y lo que pides a los otros te lo das a ti mism.
- En tu interior todo se vuelve positivo. Pones tus restos de negatividad al servicio de tu trabajo espiritual.
- Desarrollas los sentimientos superiores, el don de sí. No hay rencor, hay perdón, humildad y entrega.
- Te liberas de creencias, ides, autoconceptos, definiciones: encuentras al Ser Esencial, el que eres más allá de las palabras.
- Entras en el Presente Absoluto, donde no hay búsqueda sino existencia permanente. Entregas tu conciencia al universo.
Iniciación Espiritual
Alejandro Jodorowsky
