Illustration: Pinwheel Buny
Visnú
Un matrimonio que vivía en una apartada región, a pesar de veinte años de vida común no había tenido hijos. Sintiendo que la vejez estaba cerca, sin que él lo supiera, ella invocó a Visnú ofreciéndole su vida a cambio de un vástago.
Quedó encinta y dio a luz un varón. Apenas tuvo unos segundos para besarlo, luego murió. El marido se hizo cargo del bebé, lo alimentó con leche de cabra, lo cuidó y llegó a amarlo con veneración.
Cuando el niño cumplió siete años enfermó gravemente. Al verlo agonizar, el padre, desesperado, invocó a Visnú:
- ¡Oh, Dios todopoderoso, si lo salvas te prometo hacerlo monje y convertirme en peregrino hasta llegar a las sagradas aguas del Ganges y bañarme en ellas! ¡Si no cumplo mi promesa, precipítame en el infierno!
- Su hijo sanó.
- El hombre lo entregó a un monasterio y partió en busca del río bendito. Caminó durante meses. Al fin divisó un río. Cuando salió de las aguas, feliz de haber cumplido su mandato, unos campesinos que lo habían visto, estallaron en carcajadas:
- ¡Iluso, este no es el Ganges! ¡Camina mil leguas hacia el norte y lo encontrarás! Así lo hizo.
Llegó a otro río, que también resultó no ser el Ganges
Ahí le dijeron que lo que buscaba era un lago. Encontró el lago: no era el Ganges. Le indicaron una laguna. Tampoco fue lo que buscaba. Se sumergió, siguiendo las erróneas indicaciones, en pozas, caudales, cataratas, mares, charcas. Nunca dio con el agua sagrada.
- Envejeció, pero fiel a su promesa, angustiado con el infierno, siguió buscando, hasta que un ataque fulminante acabó con su vida.
¡Para su gran sorpresa despertó en el paraíso! Ante él estaba Visnú, sonriente. - Preguntó:
¿Cómo estoy aquí si no cumplí mi promesa? - Le contestó su dios:
La has cumplido. Todas las aguas en que te bañaste eran el Ganges.
Alejandro Jodorowsky
La Vida Es Un Cuento