Spring Clown
Painted: André Martins de Barros
- ¿Cambias de religión como cambiando de calzón?
Cuidado y pierdes la esencia de tu propio templo y te conviertes en el títere de tu ego al servicio de otros tontos. - Afuera religiones enfermizas. Afuera fanáticos de ídolos de madera que ciegan el alma y encadenan al ser hasta perder la identidad.
- El mundo está invadido de iluminadas e iluminados. Como porcelanas intocables a punto de derrumbarse de tanto pavonearse, revelan su vanidad en revistas y libros para celebridad.
- Estamos cansados de tanta monstruosidad, de absurdos y desalmados in-humanos. Que se metan su rabo por donde mismo hablan y su lengua por dónde mismo defecan.
- El planeta está intoxicado de tanta basura espiritual, de gurús, curas y pastores ladrones que abusan de almas vacías y mentes débiles.
Lina Marin
Conversación con un maestro perro
Cuando el futuro discípulo entra en la secta, se le dice: El Gurú es para toda la vida. Tienes que ser como el perro, aceptar un solo amo. Desde ahora, cesa de buscar conocimientos en otras partes, el Maestro lo sabe todo. En verdad te prohiben ir a aprender lo que la secta no puede darte. Hay un proverbio africano que dice La verdad no está en una sola cabeza. Nadie puede preciarse de saberlo todo.
No se sabe, se está sabiendo
Hay creencias esenciales para el presente, encarnadas en el Maestro o la Doctrina, pero la misteriosa realidad, continuamente nos está enriqueciendo con nuevos tesoros. Cada día es un banquete de experiencias, iluminaciones, sentimientos, energías, felicidad. Si desarrollamos nuestra percepción, gracias a una atención continua, veremos los innumerables mensajes que florecen en nuestro mundo: a cada ser o hecho que aporta un nuevo conocimiento, los místicos hindúes lo llaman Upa gurú, es decir, un Maestro efímero, alguien o algo que nos aporta riqueza espiritual y luego desaparece.
¿Qué es un gurú?
Se usa peyorativamente para el que se cree la gran cosa: te crees gurú, dicen. Y es un error. Un gurú es un maestro, nada más. Alguien que sabe que sabe, que sabe lo que sabe y que sabe lo que no sabe, y que, sobre todo, actúa por sí mismo. Si tomas un curso de karate, tienes un instructor de karate: sabe más que tú y es más fuerte que tú. En el terreno del espíritu no reconocemos gente que sea más fuerte que nosotros, creemos que somos la medida de la verdad. De pronto una persona te puede enseñar algo, te puede dar un úti espiritual: ése es un maestro.
El mal gurú
Es aquel que te pide que le des tu ego, el que hace una secta. No me importa que me digan gurú: yo no tengo secta, no armo grupitos, no soy el Papa. Si tengo ganas de enseñar, enseño; si tengo ganas de dar un sermón, lo digo ahora. Que me digan gurú: de lo que se trata es de expresar lo que tú piensas. Sino, ¿cómo se va a mover el mundo? Vamos a estar dando disculpitas: sólo sé que nada sé y ni de eso estoy seguro. No: tenemos que decir lo que pensamos.
- ¡Basta de esos gurús que dicen haber matado a su ego! El caballo puede correr como loco, pero no puede escaparse de su cola.
- ¿Le crees al gran Gurú? Te asemejas a un mono salivando porque le dicen que las nubes son plátanos.
Cuidado con los Grandes gurús. Si tienes la cabeza de mantequilla, no te apoyes en un horno. - ¿Le pides al Gran Gurú que te revele la Verdad? Un mendigo que le pide limosna a otro mendigo nunca se hará rico.
- Patéticos peregrinos en busca de un camino por donde retornar a la máscara de ellos mismos, cofres llenos de oro buscando un tesoro.
Alejandro Jodorowsky
