Painted: Raúl Guerra
Las abejas no cesaban de perseguirlo intentando, al parecer, picarle los ojos. El enjambre volaba alrededor de sus párpados que, durante el ataque, él mantenía firmemente cerrados.
- ¡Estoy enfermo, mis ojos secretan una substancia que las atrae! se dijo y fue a ver a un viejo oculista.
- El sabio lo examinó con gran sorpresa.
- ¡En lugar de globos oculares tienes flores! ¡Son dos rosas blancas!
- ¿Entonces, las abejas no quieren enterrarme su aguijón?
- No, muchacho. Sólo quieren beber el néctar de tus lágrimas.
- ¿Hay un remedio para esto?
- ¡Cesa de creerte enfermo! ¡Ve a perfurmar el mundo con tu mirada!
- Me entrego: que hasta los más oscuros rincones de mi ser llegue tu mirada luminosa.
- Amplìa esa mirada que fija tu atención en una sola cosa, para captar tambièn lo que te rodea.
- Tus sentidos son más eficaces de lo que crees.
- ¿Qué mirada no llega al infinito?
- ¿Qué no es una caricia? El aire entra como un ave mágica en mi pecho.
- Perfume sublime de las ideas, esencia dulce del sentimiento amoroso, estela fragante de cada acción bondadosa, calma eterna de la totalidad.
- Alguien con mirada objetiva no te critica, te acepta y ve hacia dónde puedes evolucionar.
- Nada que agregar, nada que quitar con la honradez de una estrella sana un fuego que nos hace perfume ir al encuentro de la bestia interior.
- Tu corazón se abrirá como una catedral ardiente y, de su vieja herida, surgirá una mariposa de oro.
Alejandro Jodorowsky