Painted: Barbara Cantini
- En esa noche sin luna, el sapo creyó que las estrellas eran luciérnagas. Voraz, subió a la roca más alta y estiró su lengua hacia ellas.
- Rabió mucho, por no poderlas devorar. Al ver el lucero del alba, se olvidó de todas las otras estrellas. Al cabo de mirarla un buen rato, tan inmóvil como una escultura de piedra, se puso a llorar.
- Mi amada, cuán equivocado estaba: yo te quería comer, cuando con toda mi alma quiero que tú me comas.
Alejandro Jodorowsky