Nuestro Dios Interior

La lucha con el angel

La lucha con el ángel
Ilustración: pascALEjandro

Aceptar la sagrada ignorancia

Al ego intelectual le parece que su meta suprema es abrir nuevos caminos pra el desarrollo de la humanidad, aceptar la sagrada ignorancia para entregarse a la voluntad divina, sacrificar su vida por una causa social justa, y vencer a los otros para convertirse en el mejor.

El camino para vencer estos delirios de grandeza del ego es el de domarlo para que aprenda a entregarse a su impersonal Yo Esencial, que lo es todo, lo sabe todo y lo puede todo.

El primer paso que debemos dar pra ampliar nuestra mirada mas allá de nuestro ego, es imaginar al Dios interior; un Dios que es diferente de aquel otro, ubicado en los cielos, impensable e inalcanzable.

Consciencia sublime

Imaginemos ahora que no en un paraiso infantil sino en el centro de nuestro inconsciente se encuentra Dios. ¿De que manera? Como creador y destructor de cada una de nuestras celulas. Transformador de nuestras experiencias internas en consciencia sublime.

Poseedor de la llave de cada una de nuestras ignorancias, balsamo seguro para nuestro corazón adolorido, remedio supremo para cada enfermedad, aquel que nos enseña a amar a todos los seres, sin distinción. Este ínitimo ser debe servirnos de modelo. Dado que día tras día inventamos nuestra realidad, así tambien podemos inventar nuestra divinidad.

Nada desaparece, todo cambia.

Yo soy inmortal, sencillamente porque la muerte es solo un concepto. Nada desaparece, todo cambia. Si acepto mis insesantes transformaciones, entro en la eternidad.

Yo soy infinito

Porque mi cuerpo, mascarón de proa del universo, no termina en mi piel: se extiende sin límites. Yo lo se todo porque no solo soy mi intelecto sino tambien mi inconsciente formado por la energía oscura que sostiene a los mundos; no soy solo las diez celulas cerebrales que empleo cotidianamente, sino tambien los millones de neuronas de neuronas que forman mi cerebro.

Soy omnipotente

uando ceso de encerrarme como individuo y me identifico con la humanidad entera.

Soy omnipresente

Porque, junto con todos los otros seres, formo parte de la unidad: lo que sucede, aunque sea en el lugar mas lejano, me sucede.

Soy increado

Porque antes de ser un organismo fui materia ígnea, antimateria, energía, vacuidad.

Mi carne está formada por residuos de estrellas

Que tienen millones de años. Estoy en el cielo porque mi tierra es un navío que recorre un universo que a su vez recorre incontables otras dimensiones.

Soy perfecto porque he domado mis egos

Haciendo que se una a la perfección del cosmos. Yo soy todo porque soy al mismo tiempo yo y los otros
Alejandro Jodorowsky

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