Neurosis Del Fracaso Empiezo Nunca Termino

Anne badheller

Painted: Anne Bachelier

Cuando yo tenía 18 años, a lo único que quería dedicarme era a la poesía

Cuando yo era joven, sufría de esta neurosis, no pudiendo terminar lo poco que lograba comenzar. Hasta que un día me sucedió algo, la mayor humillación que he sufrido en mi vida, que me curó este problema haciendo que siempre terminara lo que había comenzado. Con una gran vergüenza, les voy a contar lo que me pasó:

En Santiago de Chile, cuando yo tenía 18 años, a lo único que quería dedicarme era a la poesía. Una noche de invierno acompañé a un amigo de mi misma edad, el poeta Enrique Lihn, que estaba demasiado ebrio, a su casa. Vivía en un barrio apartado, oscuro, de calles estrechas.

Una gran avenida, que por humorada del destino se llamaba Providencia, extendía su ancho lomo a unas cuadras de ahí.
Le entregué el poeta a su madre, me despedí de ellos y emprendí el regreso.

Y el tercero una pistola

Vi aproximarse, por mi vereda, a tres individuos de mala catadura. Instintivamente cambié de lado. Ellos, al ver el movimiento defensivo, se abrieron en abanico. Uno sacó una macana, el otro un cuchillo y el tercero una pistola.

  • ¡Me puse a correr!
  • ¡Párate, maricón!, gritaron.
  • Lancé un pedido de auxilio que sonó como chillido de puerco en el matadero. ¡Ninguna ventana se abrió! Ahí iba yo, el ex inmortal, al borde del abismo bajo el indiferente firmamento, galopando por una calle-cementerio donde puertas selladas defendìan mausoleos, dejando en mis pantalones la huella fecal del miedo.

Con la dignidad pulverizada

seposité mis esperanzas en llegar a la avenida Providencia. ¡A veinte metros de ella vi que estaba oscura: una pana de corriente! Y entonces, vencido, entregado, me detuve y esperé a los bandidos. ¡Llegaron y de un puñetazo en el estòmago me lanzaron a tierra! Con calma agónica les rogué que no me mataran, que se llevaran todo, porque yo era un poeta. Me pidieron la billetera, que guardaba sólo un escuálido billete; observaron mis papeles de estudiante, saludaron y se fueron diciendo que eran policías y que me habían confundido con un ladrón.

¡Para otra vez no corra, porque se hace sospechoso!Adolorido en cuerpo y alma, llegué a la avenida: ¡Ahí, a la vuelta de la esquina, había veinte personas jugando cartas en un café! ¡Con unos cuantos pasos hubiera estado a salvo! ¡Si fueran asaltantes podían haberme matado, por entregarme como una res!

¡En ese mismo instante juré que siempre mantendría mis esfuerzos hasta que no me quedara una gota de energía y que nunca abandonaría una obra empezada hasta no haberla terminado!
El placer de pensar
Alejandro Jodorowsky

 

Tags for post: Alejandro Jodorowsky, Empiezo no termino, Humillación, La belleza de pensar, Neurosis, Neurosis del fracaso, Psicomagia

Related Posts

2 Comments. Leave new

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Fill out this field
Fill out this field
Please enter a valid email address.
You need to agree with the terms to proceed

keyboard_arrow_up