El Octavo Chakra

Poesia sin fin espejo

Poesia Sin Fin
World Premiere Quinzaine des réalisateurs
Festival de Cannes 2016
Image:  PascaleJodorowsky

Yoga tibetano

Doña Sara, mi madre, cansada del barrio obrero y habiendo acumulado un peculio agradable, vendió su tienda A la cadena rota  y, en una zona céntrica, abrió una boutique, El Octavo Chakra. Es que, decepcionada con Marx y Engels, ahora estaba leyendo sobre yoga tibetano.

Tradición oriental

Se puso a coser los vestidos de la nueva moda, copiados de la tradición oriental. Pasaba ocho horas detrás del mostrador y otras ocho en la pieza de costura. Escasamente le quedaba tiempo para comer y dormir. Las ventas eran exiguas y el dinero ganado apenas daba para vivir.

El pordiosero

Con gran tristeza se planteó el problema de tener que vender su linda boutique. Como se había hecho amiga de un mendigo que justificaba su pereza diciendo ser inventor de pajaritas de papel y que, tendido confortablemente en la acera, pasaba sus días fabricando esplendorosas rosas con papel de baño, doña Sara decidió consultar con él si vendía o no el local. El pordiosero le contestó:

  • ¡Antes de desprenderte de algo que amas, analiza bien de dónde proviene el mal! ¿El barrio en que estás es desagradable?
  • ¡No, contestó ella, por el contrario, es el más hermoso que he conocido!
  • ¿Los vecinos te molestan?
  • ¡Se portan muy bien conmigo!
  • ¿El local te ahoga?»
  • ¡Oh, es grande, claro, perfecto para mis necesidades de espacio!»
  • ¡Entonces, buena mujer, tu problema sólo se reduce a que hay algo que te come el tiempo y no te da mucho dinero de ganancia!»
  • ¡Así es!
    El mendigo llegó a esta conclusión:
  • ¡Tu enemigo es la venta de vestidos! ¡Tu magnífico local no te ha hecho nada: no te desprendas de él; consérvalo! ¡Lo que debes hacer es cambiar el género del negocio: deja de perder tus noches cosiendo trajes y comienza a vender algo que te consuma menos tiempo y te deje más ganancias!»

Y es así como doña Sara no se cambió del lugar que amaba, sino que lo transformó y empezó, con gran éxito, a vender en él frutas y hierbas.

Mensaje

Cuando nuestras concepciones entran en conflicto con nuestras emociones y en ese mismo instante nuestra realidad material nos dicta seguir un camino que va justo hacia el opuesto de nuestro deseo, los cuatro centros tiran cada uno de un lado como si fueran cuatro caballos de un mismo tiro pero sin un destino común.

Ajustar y orientar nuestras energías

El primer paso para ajustar y orientar nuestras energías hacia un objetivo determinado, es identificar que es lo que ha reemplazado a cada centro. Por ejemplo desde hace tiempo, la moral occidental, aterrada ante la energía sexual, asimilo esta energía a un sentimiento, generalmente, para las mujeres o a una necesidad generalmente, para los hombres. Dicho de otra manera: sucede frecuentemente que, por razones culturales, sociales o familiares, una energía se ve colonizada por otra.

El intelecto invadido por las emociones

Ya no consigue razonar con claridad. La sexualidad sobrecargada de creencias y prohibiciones, se convierte en una fuente de angustia, como sucedió en el siglo XIX, cuando de forma casi unánime el ámbito médico occidental inventó una serie de peligros, supuestamente mortales, derivados de la sana práctica de la masturbación. En algunas familias el dinero o la manutención servían como un medio privilegiado o exclusivo para que los padres expresaran el afecto que sentían por sus hijos: así, estos últimos crecieron prisioneros de una gran confusión para diferenciar el centro material y el afectivo, pudiendo conducirlos a desarreglos alimenticios o a conductas auto destructivas con el dinero.

Variaciones o desviaciones

Con arreglo a lo anterior, se podrían establecer doce variaciones o desviaciones de la personalidad al ser invadido o colonizado cada uno de los centros por cualquiera de los otros tres. Cuando se emprende un trabajo sobre el yo, es muy útil preguntarse cuáles de estas desviaciones son dominantes en nosotros. De tal manera podremos estudiar cómo nuestro árbol genealógico las ha producido.
Fragmento del libro Metagenealogía
Alejandro Jodorowsky
Marianne Costa

Tags for post: chakra, invasion, Metageneaologia, oriental, pordiosero, tibetano, yoga, yoga tibetano

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